jueves, 12 de noviembre de 2009
Semana Benedetti - Conversación noctámbula
y si me salvo?
no, no te salves, ni ahora ni nunca, no te salves
por qué?
porque tenemos una vida para hacer todo lo que queremos
y si me salvo no lo hago?
no, si te salvas lo dejás, te resulta difícil y pasás a otra cosa, nada te apasiona demasiado, y si hay algo por lo que vale la pena vivir, es por la pasión
qué es la pasión?
desear tanto algo, soñarlo y creer que es verdad
lo cuál indica la mejor formula para hacerlo realidad
y si reservo del mundo sólo un rincón tranquilo?
significaría que sos feliz con vos únicamente en ese lugar...y en cada milímetro del mundo estás vos, y cada rincón es tranquilo por el solo hecho de que puedas sentarte en el, y seguirías siendo vos
entonces?
entonces el mundo puede ser una silla cómoda para vos Ambar
y si pierdo la voz?
no podrías perder algo que ya encontraste
y si lo que perdés es fuerza en ella, encontrarás la forma de que cante en silencio, te sorprendería saber cuantas personas son oídas sin poder hablar
y si me duermo sin sueño?
es una perdida de tiempo, si no tenés sueño al menos seguí hablando conmigo
y si no sueño cuando duermo?
es que entendiste que los sueños (así como la vida) se disfrutan en vivo y en directo, no vale la pena recordarlos
miércoles, 11 de noviembre de 2009
Semana Benedetti
élla, no sólo no rema más contra la corriente sino que no le duele para nada quedarse en su lugar inmóvil, al costado del camino, como decís vos Benedetti, pero no inmóvil porque prefiera la calma, la calma la serena y también la necesita, para escucharlos y escucharse.
Tal vez haya querido con desgana a un amor disfrazado de gorrión. Un amor de estacion que tu YO ruega no querer.
Lo que más le gusta es regalar alas.
Ayer caminaba por un paseo y vió pasar a una sirena, élla podia ver el mar y su interior infinito, la llamó y le preguntó: sirena, te gustaría que te regale alas?
la sirena no sabía que existían personas que iban por los paseos regalando alas.
su expresión fue confusa.
entonces insistió: sirena, si el mar es tu casa y el océano tu vereda, no quieres alas para poder conocer una nube? escuche que decían que son como espumitas suaves que tocan el azul cielo
y ambas miraron hacia arriba.
finalmente, la sirena, todavía un poco desconfiada, responde: sí, me gustaría, ahora que acabo de darme cuenta de que si el mar es mi casa y el océano mi vereda, las nubes podrían ser el pico más alto que jamás haya escalado.
la sirena tomó sus nuevas alas timidamente y con una sonrisa partió pensando en su extraño encuentro.
élla espero hasta que el aire desvanciera a su reciente amiga y siguió su camino imaginando su proximo regalo...
a todos les contaba a lo que se dedicaba...no faltaba oportunidad para que alguien la mirara como si fuera de otro planeta, pero élla no bajaba sus brazos y pensaba, locura es no saber lo que uno quiere, no regalar alas con sonrisas.
desde el día que había descubierto la satisfacción de compartir lo que mas amaba, había prometido nunca más mirar hacia abajo
y así, sus alas, recorrieron éste mundo y todos los otros, tomaron sol posadas en trillones de nubes, respiraron los buenos aires
en cada ala iba un sueño y una esperanza,
una esperanza que se contagiaba, como se contagia un bostezo
martes, 10 de noviembre de 2009
algun que otro verbo
Ambar vive ama sueña enloquece adora observa intenta logra dá puede abraza llora piensa rememora anhela extraña mira escucha trata lucha duerme esconde respira guarda
ultimamente se le dá por hacer todas cosas de una sola palabra
ultimamente se le dá por hacer todas cosas de una sola palabra
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